LUCAS VILLAMIL, Eugenio - Madrid 1858 – 1918 - Conocido también como Lucas Hijo, para distinguirlo de su padre el gran pintor Eugenio Lucas Velazquez. Contaba doce años a la muerte de su progenitor y pese a su corta edad, se le consideró, como discípulo y heredero del arte de su padre, siguiendo en buena parte su temática, escenografía e incluso sus maneras. Al mismo tiempo, Lucas Hijo, alternó ésta línea pictórica con el más puro y ortodoxo costumbrismo con la producción de pequeños cuadros, dentro del género del “casacón”, tan en boga en Europa en el último tercio del siglo XIX. Heredero también de la facilidad paterna en producir, una gran cantidad de cuadros de gran calidad pictórica, no alcanzó en vida el éxito económico y social que sus excelentes cualidades permitían suponer. El gran coleccionista de la época, Dn. José Lázaro Galdiano le encargó decorar los techos de su palacio madrileño de Parque Florido en la calle de Serrano y le convirtió, (según su propia expresión) en su “pintor de cámara” .Años mediante comenzó a trabajar como restaurador y copista – magníficas son las suyas de Goya – que pintó para el célebre anticuario García Palencia. Como era obligado en la época, el joven Lucas, buscó el camino del reconocimiento oficial a través de las exposiciones públicas y privadas que se celebraban en Madrid. Lucas Villamil fue como se sabe, gran admirador de Goya hecho que puede descubrirse en la mayor parte de sus obras. Se expresaba con una técnica rápida y precisa, de pinceladas cortas y de materia espesa, que alterna, en ocasiones, con enormes gruesos de color aplicados con un cierto desorden en los primeros términos. Su larga y dilatada carrera, merece el renacer del gusto por los cuadros de casacones y de ambiente goyesco, llenando toda su obra de un reconocimiento muy apreciado entre grandes coleccionistas y conocedores.