MARTINEZ LOZANO, José María – Barcelona 1923 – 2006 - Contrariamente a aquello que acostumbra a ser una constante en la mayoría de artistas, Martínez Lozano no sintió en su infancia ninguna inclinación especial hacia las artes plásticas, por lo que no será hasta su juventud que comenzará a pintar de una manera decidida. Pero, al optar por dedicarse plenamente a la pintura, tuvo que hacer frente a una importante oposición familiar, sin que ésta pudiera impedir que se consolidara su vocación de pintor. A comienzos de los años cuarenta, inicia su proceso de formación académica en la Escola d'Arts i Oficis del Clot, de Barcelona, donde recibe las primeras nociones básicas de la técnica del dibujo de parte del profesor sabadellense Domènech Soler. Posteriormente, fue discípulo de Ramon Sanvicens y de Joaquim Terruella. Su presentación individual tuvo lugar en Figueras, en Can Fortunet, en 1946. En la capital ampordanesa, a la que se tuvo que trasladar en la época del servicio militar, tuvo la suerte de poder entrar en contacto con diversas personalidades de la vida cultural de allí, que le dieron todo el apoyo sincero y decisivo. Entre ellos se encontraban Josep M. Fortunet, el doctor Alfons Puig, el periodista Manuel Brunet y el acualerista Ramon Reig. Gracias a una beca concedida por la Diputació de Girona, amplió sus estudios artísticos en Venecia, donde hará amistades con el pintor ochocentista Giuseppe Quirubini. Y será, precisamente, una serie de obras sobre temas de la ciudad de los canales aquello que mostrará en su primera exposición individual, que celebra en Barcelona en el marco de la Sala Gaspar, el año 1951. En este mismo año hace su presentación en Madrid, en la Sala Dardo, y, poco tiempo después, montó talleres en Montblanc, Tarragona y Llançà (Girona), población en la que ya había fundado la Escola d'Arts i Oficis, como también había hecho en Campo de Criptana, en la Mancha. Posteriormente, fue también Llançà la población en la cual se ubicó el Museu de l'Aquarel•la, bajo el patrocinio de la fundación que lleva su nombre y donde se recogen una inmensa parte de sus obras. Ha sido un viajero empedernido, ha recorrido Francia, Inglaterra, Italia, Bélgica, Rumania, Portugal, etc. y ha trabajado y ha expuesto en muchas ciudades de estos países. En 1956 fijó su residencia en Terrassa (Barcelona), que alternaba por temporadas en Llançà. Entre los premios que ha conseguido, hay que destacar el Nacional d'Aquarel•la en 1975 y los primeros Premis de la Diputació de Girona y del Cercle de Belles Arts de Palma de Mallorca. Entre otras ubicaciones, figuran obras suyas en el Museu de l'Empordà, de Figueres (Girona); en la Pinacoteca de la Diputació de Girona; en el Museu de Montblanc; en el Museu Alegre de Sagrera de Terrassa (Barcelona) y en el Llegat "Francesc Galí" de Palamós (Girona).