RIANCHO Y GOMEZ DE LA MORA, Agustín, - Cantabria 1841-1929 Se trata de uno de los más destacados pintores españoles del paisaje realista. Desde niño fue tutelado por el impresor Jose Mª Martinez, a los diecisiete años, gracias a una suscripción popular solicitada por este, acude a estudiar a la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, convirtiéndose en alumno del paisajista Carlos de Haes y por indicación de éste, continúa estudios en Amberes con Jean-Pierre-François Lamorinière. Posteriormente reside en Bruselas, época en la que entra en contacto con la Escuela de Barbizon, de la que recibe una gran influencia. Participa en el Salón de Amberes de 1873 y en la Exposición Internacional de Bellas Artes de Namur de 1874. En 1883 regresa a España donde residirá ya definitivamente. Pasó cinco años en Valladolid, pintando en Tierra de Campos. En 1901 se instala de forma permanente en entrambas mesetas, donde se dedica a pintar el paisaje montañés. En un primer momento, lo pinta de una manera realista, de paleta “densa”, con una amplia pincelada pastosa, todavía en su obra cuentan mucho esos tonos oscuros en las sombras que distinguen a casi todos los pintores de antes del impresionismo. Sin embargo, a partir de 1923 su estilo evoluciona hacia formas más personales, reflejando no tanto el paisaje sino como la impresión que éste provoca en el pintor, esta época se considera la mejor del pintor, en la que se nota la influencia de Corot y Courbet, realiza obras de equilibrado naturalismo, como La Cagigona 1905, que se considera el mejor trabajo de su época post-belga más paisajista. En sus últimos años de vida, abandona progresivamente el realismo, usando técnicas impresionistas, llegando incluso en algunos paisajes a acercarse al expresionismo. Participa en exposiciones colectivas, como la Exposición de Artistas Montañeses de 1888, las del Ateneo santanderino de 1914, 1915 y 1916 y en la de 1918, inaugurada por Alfonso XIII, además de en la Exposición Nacional que el Círculo de Bellas Artes organizó en Santander en 1919. En 1922 y 1923 expone individualmente en el Ateneo. El Museo de Bellas Artes de Santander conserva una amplia colección de obras suyas, pertenecientes a las distintas etapas de su producción. Así mismo, figuran obras suyas en el Museo del Prado y en las grandes colecciones particulares cántabras y de todo el territorio español.