La crucifixión de Cristo es un evento central en la tradición cristiana, donde Jesús fue crucificado en el Gólgota, fuera de Jerusalén. Según los Evangelios, María Magdalena, la Virgen María y San Juan estaban presentes al pie de la cruz durante la crucifixión. María Magdalena era una seguidora cercana de Jesús, la Virgen María era su madre, y San Juan era uno de sus discípulos más queridos. Su presencia simboliza el amor, la devoción y el sufrimiento compartido durante este momento tan trascendental en la historia del cristianismo. Así, distintos pintores de todas las épocas, han reproducido la imagen de Cristo en el calvario acompañado de los tres personajes al pie de la cruz. El autor de esta obra, juega hábilmente con el cromatismo de los ropajes de los tres personajes de primer término con sus luces y sombras y la perspectiva de fondo que da profundidad al cuadro visionando en la lejanía una parte arquitectónica de la ciudad de Jerusalén.