En este lienzo el artista aborda una escena de interior en su estudio, la obra de lenguaje marcadamente postimpresionista nos transporta al interior donde podemos observar diversos lienzos en preparación. La pintura presenta una pincelada libre y rauda aplicada mediante pincel y espátula, con lo que denota gran dominio técnico y audacia en la captación atmosférica y lumínica. El trazo incisivo, enérgico y quebrado, compaginado con una paleta densa, define una obra marcada por los tonos vivos e intensos que se envuelven de un aura insólita del lugar. El pintor, de espaldas, nos deja observar la bella modelo en pose como avergonzada por mostrar su desnudez, luciendo un velo azul que parte desde su cintura. Es de expresar, que el autor nos muestra una obra digna de los grandes maestros impresionistas de principios del siglo XX sumamente agradable tanto por su dibujo como por su dicción cromática, a los ojos del espectador.