MANZANET Y MILLÁN, Ricardo – Valencia 1853 – 1939 - Hijo de un prestigioso sastre que regentaba un taller de confección en el centro de Valencia. Abandona sus estudios de medicina que tanto hubiese anhelado que prosiguiese su padre, prefiriendo adentrarse en el cultivo de la pintura asiste a los talleres de Gonzalo Salvá Simbor y del paisajista José Vilar y Torres, del cual conservará los suaves tonos de su paleta y de su linealidad compositiva. Integrado en la comunidad artística valenciana, en 1886 asiste al banquete homenaje al actor Antonio Vico junto a los pintores Joaquín Agrasot, Salvador Abril, Javier Juste, Germán Gomez, Ignacio Pinazo y José Benavent y con tal motivo expone un cuadro de flores en los escaparates del “Bazar Valenciano”. Trasladado a Barcelona, perfecciona su aprendizaje conociendo de primera mano los paisajes de Modest Urgell y de Ramón Martí Alsina, pero sobre todo las marinas de Eliseo Meifrén, que aportarían un mayor brío a su paleta. Pronto daría a conocer sus obras en la prestigiosa Sala Parés en diciembre de 1887 con dos marinas y dos cuadros de flores. Participa en la exposición de noviembre de 1888 con varias notas de paisaje que expuso junto a otras de Eliseo Meifrén y en la que ambos artistas protagonizaron una sana concurrencia. Su participación en dicha sala barcelonesa continuaría con unas Marinas que presentó en la Séptima Exposición Extraordinaria de diciembre de 1888 y en otra muestra de 1891. Paralelamente, participa en la Exposición Universal de Barcelona con varios cuadrros, obteniendo una Mención Honorífica. Seguidamente mostró sus obras en la Exposición de Bellas Artes de Sant Feliu de Guixols de 1892, en la Exposición de Chicago de 1893 con unas marinas, las cuales se exhibieron posteriormente en la Exposición del Cuarto Centenario de Puerto Rico. País en el que Ricardo Manzanet expuso en alguna otra ocasión sus obras en el llamado "Salón de exposiciones Serrat” de la ciudad de San Juan. También en 1893 exhibió unas marinas que vendió con éxito en los escaparates de la tienda del Sr. Fuster de la calle San Nicolás de Palma Mallorca. Su actividad expositora continúa, en mayo de 1895 participa en la segunda muestra que organizó el Círculo de Bellas Artes de Valencia, pero lo cierto es que a partir de principios de siglo, el pintor que alberga una buena posición económica, opta por mantenerse un tanto retirado de la vida activa en la nueva residencia que se hace construir en el número 33 de la calle de la Paz de Valencia. Pocos años después manda edificar en la plaza de la Ermita, 4 de la veraniega población de Godella la llamada "Villa María" en honor de su única hija María. En esta población entabla durante las estaciones de estío, una profunda amistad con los pintores Ignacio Pinazo, José Navarro, Gonzalo Salvá, y con el tenor y pintor Lamberto Alonso. Se dedica entonces a retratar las flores que pueblan los jardines de su casa y plasmar los paisajes en las excursiones que lleva a cabo en los pueblos de Estivella, Gilet y Albalat dels Tarongers. Pintor de flores, paisajes y sobre todo marinas, su obra fue muy extensa, figurando en múltiples colecciones particulares valencianas y españolas.